María Inocencia Galván Maldonado fue una mujer ejemplar nacida el 24 de diciembre de 1880 en Xico, Veracruz. Reconocida principalmente por su incansable dedicación a la educación, su vida es un reflejo del compromiso social que marcó la historia del municipio. A pesar de las dificultades de su tiempo, donde la mujer aún no contaba con el reconocimiento pleno de sus derechos, María Inocencia rompió barreras, destacándose como profesora en una época que requería de valentía y resiliencia.
Desde joven, Inocencia mostró una fuerte vocación por la enseñanza, lo cual la llevó a colaborar activamente con la comunidad educativa en Xico. Fue una de las figuras clave en la formación de generaciones de niños y jóvenes, destacando no solo por su capacidad intelectual, sino también por su empatía y la forma en que abordaba la educación. Su estilo pedagógico, basado en principios de justicia y equidad, fue una de las bases que cimentaron su legado en la localidad.
A lo largo de su vida, Galván no solo fue profesora, sino también un pilar comunitario. Su contribución al desarrollo de la sociedad xiqueña trascendió las aulas, ya que su entrega al bienestar de los demás la llevó a involucrarse en múltiples actividades y servicios para la comunidad. Su labor educativa y social fue tan significativa que, incluso años después de su fallecimiento, su nombre sigue siendo recordado con admiración y respeto por los habitantes de Xico.
María Inocencia Galván representó lo mejor de Xico: una mujer valiente, comprometida, que siempre puso al servicio de su comunidad sus conocimientos y su amor por la educación. Su legado sigue vivo en la memoria colectiva de su gente, como un recordatorio de que la dedicación y el esfuerzo pueden cambiar el destino de una localidad.